3. Viajar estimula tu cerebro.
El viajar nos abre la mente. Hay momentos durante un viaje que hace que tu cerebro esté alerta ante una nueva situación (idioma, cultura, aromas…) eso hace que tu cerebro esté activo.
4. Viajar te ayuda a ser empático.
En los tiempos que corren, ser tolerante es una de las mejores cualidades que puede tener el ser humano.
Ponernos en el lugar de las otras personas, te facilitará el comprender circunstancias que antes no te habías planteado pensar. Viajando se potencia estas cualidades.
5. Viajar activa tu cuerpo.
Mantenerse en forma es clave para nuestra salud.
Muchas personas gracias a los viajes realizan paseos, caminatas, deportes extremos o de alta intensidad que en su vida cotidiana por tiempo o por la rutina no practican. Esto nos hace ser más activos y ¿a quién no le pasa que en un viaje quiere ver todo y no para de moverse hasta conseguirlo?